Un día cualquiera con mi iPhone: Diego Liarte

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El iPhone es probablemente el elemento con el que más tiempo pasemos entre las manos a lo largo del día. Después de más de cinco años entre nosotros, ha sido capaz de cambiar nuestros hábitos de vida, y que todo lo que hacemos gire alrededor de él, el cual es el centro de todas nuestras interacciones sociales. Rindiéndole un pequeño homenaje, hemos pensado en hacer un especial en el que todos los que escribimos Applesencia poseedores de un iPhone vamos a narrar nuestro día a día con él.

El iPhone 5 de Diego

Estrenamos un especial en Applesencia, que esperamos que sea tan interesante para vosotros como divertido está siendo de llevar a cabo como nosotros. Semana tras semana, cada uno de nuestros editores, poseedor de un iPhone pasará por aquí a contaros cómo es un día cualquiera con su iPhone: hoy es mi turno.

Trataremos aspectos como las aplicaciones que usamos, el uso que tiene nuestro iPhone principalmente, la duración de la batería, o las limitaciones o ventajas que nos encontramos por el hecho de ser poseedores de un iPhone.

Parece mentira, pero el smartphone de Apple ha sido el único capaz de marcar un nuevo camino y cambiar radicalmente las vidas de muchos de nosotros, que desde hace unos años giran en torno al teléfono móvil que llevamos en el bolsillo. Aunque aún quedan algunos rezagados que siguen con el teléfono móvil de toda la vida, que solo sirve para llamar y mandar SMS; mi compañero Lucas J. Caro es un claro ejemplo de ello.

6:30 AM, empieza el día

Foto de un hombre durmiendo

Es sin duda el momento más duro del día. La alarma suena con un electrónico beep beep beep de despertador. No me gustan las canciones ni politonos para despertarme, eso me haría empezar el día con muy mal humor.

Lo primero que hago después de atinar a parar la alarma, mientras saco la mano de las mantas hasta el cajón que tengo bajo la cama, es mirar las notificaciones que tengo, bajando la persiana del centro de notificaciones. Normalmente me encuentro con mensajes de WhatsApp, mensajes de Gtalk en IMO o algún reply de Twitter. Los reviso rápidamente y los contesto si es necesario.

Aún no he mirado el correo, porque tengo desactivadas todas las notificaciones, excepto el globo con el contador de mensajes sin leer de la aplicación Mail de iOS. Recibo a diario más de medio centenar de email, y si tuviera una notificación cada vez que recibo uno, primero me volvería loco, y segundo, al iPhone le duraría la batería un suspiro.

Una vez me he quitado las notificaciones de encima, salgo de la cama, me aseo, desayuno y salgo hacia la parada del autobús. Ahora que hace tanto frío, suelo utilizar con bastante frecuencia la aplicación Tiempo del propio iOS, sobre todo estos días, que llevamos dos semanas de lluvia sin parar. Sí, lo reconozco, a esas horas de la mañana, que casi voy solo por la calle, a veces le pregunto chorradas a Siri para ver cómo responde.

Subiendo al autobús

Foto de los asientos de un autobús

Me espera un viaje de media hora desde que subo al autobús, mas diez minutos andando hasta llegar a mi facultad, así que tengo tiempo de sobra para hacer varias cosas.

Lo primero que hago es colocarme los auriculares para escuchar algo de música o algún Podcast. A continuación empiezo a leer Twitter con Tweetbot, que normalmente, no está muy cargado. Todo depende de lo pesada que esté la noche de madrugada y de la hora a la que me acueste, pero es algo que me lleva poco tiempo, aunque soy de los que lee todos y cada uno de los tweets de su timeline, de ahí que apenas siga a 60 personas.

Acto seguido me pongo con el correo en Mail. Cuando salgo de la cama suelo archivar o eliminar los mensajes que son de tareas finalizadas o de cosas que no me interesan, quedando sin leer aquellos que requieren de mi atención más adelante. Es en este trayecto donde me dedico a leer y contestar correos, cosa que no suele llevarme más de cinco o diez minutos, depende del día.

Posteriormente reviso por encima toda mi actividad en las redes sociales, que durante la noche han tenido bastante poca actividad. Lo típico: Tuenti, Facebook, Instagram o Google+.

Si aún me quedan fuerzas, me pongo a leer las noticias con Reeder, ya que estoy suscrito a multitud de blogs por RSS, la forma más cómoda de leer noticias para mi. No me gusta entrar a un programa que seleccione las noticias por mi –del estilo de Pulse, Google News o Flipboard–; al igual que en Twitter, no me gusta perderme nada.

Como pasa la mayoría de días, no llego a este paso, pues a estas alturas ya se me están cerrando los ojos, así que me pongo a echar una cabezada, que madrugar tanto no es bueno. Las noticias las aprovecho para leer en algún descanso que tenga entre clases o tranquilamente cuando vuelvo a casa, después de comer.

En clase

El iPhone en la universidad

Son las 8:30. Antes de entrar a clase me quito los auriculares, apago la música, y veo que aún me queda un 80% de batería. Está bastante bien para no haber parado de utilizar el teléfono desde que salí de la cama. Esto es factible en el iPhone 5 –en unos días publicaremos un análisis a fondo–; en el 4S venir escuchando música en el trayecto suponía ir cerca del 60% de batería, y acababa de empezar el día, por lo que tocaba desactivar el 3G o incluso poner el teléfono en modo avión si quería volver a casa a las 15:30 con el teléfono aún encendido.

La verdad es que el cambio al iPhone 5 ha sido bastante dramático, positivamente, en este sentido. Quizás también ayuda a que el iPhone 5 no tiene jailbreak, y el 4S lo tengo con jailbreak desde el primer día. Pero muchas eran las quejas de la pobre batería del iPhone 4S. El iPhone 4 también tenía jailbreak y tenía una batería casi infinita, pudiendo durar el día entero de manera más que holgada.

En clase el uso que le doy al iPhone es bastante reducido, apenas me dispongo a contestar algún WhatsApp, y poco más. La mayoría del tiempo la paso con el iPad, el cual uso para tomar apuntes y trasladar las funciones del iPhone sobre la mesa.

Volviendo a casa

El iPhone en la calle

A la vuelta a casa, el proceso se repite casi de manera idéntica al de ida. Aquí, también bastante cansado, suelo echar alguna cabezada en el autobús o empiezo a leer las noticias.

Cuando llego a casa, con el iPhone 4S tendría que ponerlo a cargar inmediatamente, con el nuevo iPhone 5 no tengo esa necesidad, y puede estar toda la tarde conmigo sin preocuparme por la duración de la batería.

Como decía antes, paso casi toda la tarde trabajando delante del MacBook, dejando bastante de lado al iPad, que uso casi exclusivamente en clase.

Antes de ir a la cama

Usando el iPhone en la cama

Cuando me meto en la cama, no suelo llevarme el iPad y prefiero la comodidad del iPhone, sobre todo cuando hay que sostenerlo boca arriba entre las manos. Antes de irme definitivamente a dormir, me quedo un rato hablando por WhatsApp, leyendo Twitter o feeds RSS.

Cerca de mi cama no tengo ningún enchufe, sino al otro lado de la habitación. Así pues, dispongo en el cajón que hay debajo mía de una batería portátil HyperMac de 150Wh que es capaz de cargarme el iPhone durante dos semanas.

Cuando me acuerdo, y cuando me queda batería en la pulsera, hay noches que me pongo a dormir con la Wakemate, una pulsera que se conecta al iPhone por Bluetooth, y gracias a la aplicación del mismo nombre monitoriza los estados de sueño y nos permite despertarnos de una manera mucho menos dura que con una alarma normal.

Conclusión

Teardown del nuevo iPhone 5 VI

El iPhone es un teléfono con muchas carencias y virtudes, pero las virtudes quedan por encima de las carencias, y confío que con la salida de Scott Forstall de Apple cada día sean menores estas carencias y mayores las ventajas. Todos confiamos en que Jonathan Ive va a hacer un grandísimo trabajo sobre iOS 7. Esa es la esperanza que me ata al iPhone, es mi última oportunidad. Si iOS 7 no vuelve a convertirse en el sistema operativo móvil pionero del mercado, Android va a tener un nuevo usuario. Sí, puede que vuelva después de tres años.

Os preguntaréis entonces qué es lo que me ata aún al iPhone si tan descontento estoy con iOS. Sin duda alguna el hardware; algunos tendrán procesadores de cuatro núcleos, 2GB de RAM, cámaras de 12 megapíxeles, etc. Pero lo que ninguno tiene ni de lejos es la calidad de construcción del iPhone. Tener un iPhone entre manos es como tener un aparato único. Esa sensación de que lo que tienes entre manos es único y el ajuste entre materiales es perfecto lo son todo.

Aunque no utilice el hardware en números más avanzado, es el mejor aprovechado por su software, iOS, que aunque sea vetusto y anticuado, hace que la interfaz se mueva como la seda y que todo funcione de manera casi instantánea. Muchas de las carencias de iOS se cubren con el jailbreak, pero ahora que no puedo hacérselo al iPhone 5 hasta que salga, tendré que lamentarme por unos meses más.

Y hasta aquí mi día cualquiera con mi iPhone. Como veis, con algo que cabe en la palma de nuestra mano podemos pasar todo el día para hacer casi cualquier cosa: desde comunicarnos con la gente hasta enterarnos de lo que pasa en el mundo. Podemos gestionar nuestra vida y organizar cualquier cosa. La semana que viene os traeremos otra entrega, que esperamos hayáis disfrutado.

Imagen | Doug Siu

Archivado en App Store, iPhone 5, Jailbreak, Un día con mi iPhone
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Comentarios (9)

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  • Pablo dice:

    Interesante 🙂

    Yo por las noches sólo dejo encendida la función de teléfono (y la jodida alarma xD). Si hay algo importante, llamarán, todo lo demás puede esperar 🙂

    Por cierto, uno de los motivos que me empujó a comprar un iPhone fue precisamente ese, la calidad de construcción. Ya que es algo que se usa muchas veces a lo largo del día, pienso que cuánto mejor hecho esté, mejor. Pero parece que las cosas ya no son cómo eran antes, los Lumia y los nuevos Xperia le tutean al iPhone en ese aspecto. Y el nuevo Nexus….vaya, otro sandwich de cristal, así que estoy contigo, o IOS7 lo “peta” o….

  • jose dice:

    Muy bueno… Diego

  • Marco dice:

    Algo muy peculiar de parte tuya mostrar nos tu día, articulo interesante, y me he dado cuenta de algo todos los aparatos que usas son de Apple ya veo por que son escritores de esta excelentísima página, seguid así que leo todos los días

  • masterofgabos dice:

    interesante lo de la bateria, pero esta lejos de la duracion del iphone 4, quizas una de las mayores motivaciones que tuve para pasarme a el galaxy s3 que ahora poseo, es su enorme bateria (entre otras muchas virtudes que tiene) la duracion es notable, casi 2 dias con uso medio-bajo y el dia completo con uso intensivo, pero apesar de todas las “gracias” de la bateria del s3, creo que el smartphone con la bateria mejor optimizada es lejos el iphone 4, con el que me habria quedado a no ser por su limitado hardware

  • Lorenzo Gama dice:

    A lo largo del día ¿no vas al lavabo? Es un buen sitio para llevarse el smartphone

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